La gente cree que construir un homelab se trata de gastar dinero en hardware caro. Pero eso es solo la mitad de la historia. El verdadero poder de un homelab no reside en sus máquinas, sino en la forma en que las conectas. Y a veces, esa conexión va más allá de las paredes de tu casa. En mi caso, la “forma” en que conecto mi homelab ha evolucionado hasta el punto de que se extiende a través de múltiples datacenters.